El 21 de julio de 1969 yo tenía 4 meses y 5 días. En aquel tiempo mis abuelos regentaban una taberna en la planta baja del caserío familiar, en un momento en el que los caseríos de la zona estaban cediendo su lugar a fábricas y viviendas obreras, una transformación que sufrieron todos los pueblos de la periferia de Bilbao.

Mis abuelos disponían de una televisión parecida a la de la imagen, algo que todavía no era muy común en la época, y su bar era el punto de encuentro de las gentes del barrio. Así que cuando llegó ese histórico día, los vecinos pudieron ver las imágenes de la llegada del primer ser humano a la Luna mientras, probablemente, me escuchaban llorar.

Con todas sus limitaciones, estos aparatos de televisión eran muy resistentes, y el de mis abuelos duró hasta mi adolescencia, cuando ya no quedaban piezas de recambio.
Aunque el programa Apolo fue clausurado cuando yo contaba con tres años, mi infancia estuvo rodeada de alusiones a la aventura espacial. Ya, meses antes de nacer yo, se había estrenado 2001: Una odisea del espacio, y tenía 8 años cuando se estrenó la que entonces se llamó La guerra de las galaxias. Sin embargo, no tengo ningún recuerdo de Star Trek hasta mucho después, supongo que Televisión Española, la única televisión en aquel momento, no emitiría la serie original.

De la que serie que sí me acuerdo, porque me encantaba, es Espacio: 1999, emitida entre 1975 y 1979. Debido a una explosión nuclear la Luna sale despedida de su órbita fuera del Sistema Solar, y los científicos que se encontraban en la base lunar se ven obligados a vagar por el espacio profundo con la única ayuda de unas cuantas naves de transporte.

Esas naves me encantaban, y solía intentar reproducirlas con las piezas del juego de construcción TENTE, la versión española de LEGO. En la imagen uno de los ladrillos del juego.
Esta serie solo duró dos temporadas, 48 episodios. Según se explica en este blog, la serie estaba dirigida principalmente al mercado anglosajón, y, precisamente, fue donde menos éxito tuvo. Parece ser que el argumento de la primera temporada era demasiado sesudo para los gustos estadounidenses y en la segunda temporada, con el objetivo de hacerla más «ligera», se llevaron a cabo una serie de cambios de actores y de argumento que la desvirtuaron bastante. Una pena…
Con la llegada de los años 80, la Luna ya estaba completamente superada, así que llegó la mítica serie documental Cosmos: un viaje personal de Carl Sagan, con la que pude recorrer el Sistema Solar.

Pero es que en ese mismo momento, en 1981, tuvo lugar el primer vuelo de prueba del transbordador espacial.
Transbordador espacial Discovery. De NASA – http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-120/html/sts120-s-028.html, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2986692

Y en 1982, para redondearlo todo, llegan E.T., el extraterrestre y:
ambientada en 2019.
El caso es que, a medida que íbamos creciendo y nos acercábamos al siglo XXI, y con esos antecedentes culturales, muchos de mi generación pensábamos que a estas alturas de siglo, 2020, el ser humano ya tendría, como mínimo, bases permanentes en la Luna y en Marte, y, quizás, hasta contacto con extraterrestres. Pero pasaron los 80 y, para cuando me di cuenta, nos plantamos en 1999 y, no solo no había bases en la Luna, sino que la mayor preocupación tecnológica en aquel año era qué iba a pasar con los ordenadores y el efecto 2000.
En fin, como se suele decir, citando a Niels Bohr, «hacer predicciones es muy difícil, sobre todo las del futuro».
Parece ser que en la actualidad hay nuevos planes a corto plazo de llegar a la Luna La nueva carrera espacial a la Luna, aunque vista la experiencia de los últimos años conviene ser escéptico El programa Artemisa de la NASA para pisar la Luna en 2024: ¿humo o realidad? Las dificultades técnicas, junto con el enorme coste económico con poco retorno a corto plazo, son obstáculos difíciles de superar. En cualquier caso, me parece una buena señal que esos planes se basen en la colaboración internacional, y no, como hace 50 años, en una competición entre dos potencias, como parte de una carrera armamentística.
2 comentarios sobre “Ejercicio 1. La Luna no estaba tan cerca”
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