Publicado en Comunicación científica

Análisis crítico sobre el sistema estatal de comunicación científica

En el artículo de Ana Cuevas Badallo y de José Antonio López Cerezo se hace un repaso de la evolución de la investigación científica y de su comunicación en el periodo que va desde la aprobación de la primera “Ley de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica” en 1986, hasta la “Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología” realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología en 2006. Los autores observan que, en esos 20 años, se ha producido un avance considerable en el sector científico español, si atendemos a indicadores como el porcentaje del PIB destinado a I+D, el número de investigadores entre personas económicamente activas y al número de artículos publicados en revistas y de patentes registradas. Por otro lado, a su juicio, el conocimiento científico-tecnológico adquirió en ese periodo una importancia sin precedentes en todos los niveles de las sociedades industriales avanzadas, como es el caso de España. Sin embargo, basándose en los resultados de las encuestas de percepción social de la ciencia y la tecnología, los autores consideran que esa creciente relevancia social no se ha visto acompañada de un esfuerzo equiparable en los ámbitos de la comunicación y de la enseñanza. Para subsanar esa carencia, proponen diseñar los modelos de comunicación y formación de las políticas públicas de ciencia y tecnología utilizando los llamados enfoques Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS): las nuevas orientaciones para la investigación de los aspectos sociales de la ciencia que se inspiran en la sociología del conocimiento científico, la filosofía naturalista de la ciencia y la tecnología, la economía del cambio técnico, las nuevas corrientes historiográficas, los nuevos modelos de didáctica de las ciencias, etc.

Desde la publicación de ese artículo en 2009 hasta la actualidad, en el panorama de la comunicación de la ciencia en España se pueden observar, en mi opinión, diversas luces y sombras.

Por un lado, considero que el principal aspecto oscuro es el parón en la financiación pública de la investigación científica y tecnológica como consecuencia de la crisis de 2007. Estos recortes han hecho desaparecer la tendencia positiva en los indicadores mencionados por Cuevas Badallo y López Cerezo, hasta el punto de que, en la actualidad, la mayoría de los centros de investigación españoles no se han recuperado del impacto producido por esos recortes en la inversión pública y muchos se encuentran en situación precaria.

Como contrapartida a todo ello, uno de los aspectos más destacables es el auge que en los últimos diez años se ha producido, precisamente, en el ámbito de la comunicación de la ciencia y la tecnología, además, desde diversos sectores de la sociedad: el sector académico, con la creación de unidades y cátedras de cultura científica https://culturacientifica.com/catedra-de-cultura-cientifica/, https://www.unavarra.es/investigacion/unidad-de-cultura-cientifica y la publicación de blogs por parte de profesores universitarios; de la colaboración entre periodistas e investigadores https://naukas.com/, https://elpais.com/elpais/ciencia.html, https://www.agenciasinc.es/; en la enseñanza obligatoria y bachillerato http://steam.eus/es/ , desde la iniciativa privada https://cosmocaixa.es , https://www.eurekamuseoa.eus/es/ y pública http://www.coruna.gal/mc2/es/casa-de-las-ciencias?argIdioma=es ,etc.

Y además, el formato de actividades organizadas es de lo más diverso: blogs de divulgación, conferencias de corte clásico o de 10 minutos, de estilo formal o utilizando el humor https://www.eitb.eus/es/tag/naukas-bilbao/, Semana de la Ciencia http://zientzia-astea.org/es/ para escolares con talleres y exposiciones, en ambiente desenfadado http://www.cienciaenelbar.com/ o con ponentes de renombre https://p4k.dipc.org/es/conferencias-plenarias

Creo que de esta forma se está superando el déficit que, en opinión de Cuevas Badallo y López Cerezo, tenía el modelo lineal de difusión tradicional de la ciencia de polo emisor, canal y receptor, ya que se fomenta la participación de los diferentes sectores sociales en las actividades, y, además, los organizadores de estos eventos reciben permanentemente el feedback y las sugerencias de los asistentes.

Espero que estas nuevas formas de comunicación de la ciencia y la tecnología contribuyan a mejorar la cultura científica de la sociedad, y, con el tiempo, mejoren los resultados de las encuestas de percepción elaboradas por la FECYT, por ejemplo, que el 23,3% de la población cree que la acupuntura tiene carácter científico, y el 21,6% en el caso de la homeopatía.