Entrevista a Juan Ignacio Pérez Iglesias
Juan Ignacio Pérez Iglesias tiene una larga trayectoria, tanto en el ámbito universitario como en el de la divulgación científica. Actualmente es Catedrático de Fisiología y director de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Asimismo, es miembro de Jakiunde, la Academia de las Ciencias, las Artes y las Letras de Vasconia, y del Consejo Científico y Tecnológico de la FECyT. Entre los cargos anteriores cabe destacar que fue rector de la EHU/UPV entre 2004 y 2008. En cuanto a su labor divulgadora, además de la que realiza desde la Cátedra de Cultura Científica, participa habitualmente en eventos de esta naturaleza; colabora en espacios de la radio y televisión pública vascas, y mantiene varios blogs en marcha, entre ellos, Conjeturas en el diario DEIA y Zoo logik, dentro de la plataforma de divulgación Naukas.
Por eso, en el País Vasco no sorprendió que el pasado año recibiera el premio Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales porque, según el jurado, “Desde su rigor académico y amplio conocimiento de todos los campos científicos existentes se ha dedicado a la promoción de la cultura científica en la sociedad vasca. Ha acercado la universidad vasca a la sociedad, elevando el nivel de conocimiento y la perspectiva crítica de la sociedad”.
En los últimos años son muchas las formas de divulgación que han surgido para acercar la ciencia al público general de una manera informal y desenfadada: los eventos Naukas, que en el caso de Bilbao, llena el auditorio del palacio Euskalduna; Passion for Knowledge, Ciencia en el Bar, The Big Van, Bertsozientzia, etc.
Curiosamente, este florecimiento empezó en los años de la crisis, cuando empezaron los recortes en la financiación de la investigación, ¿crees que pudo ser una reacción a esa situación? Es decir, ¿este auge es consecuencia de una acción planificada desde las áreas de comunicación de las universidades con el fin de mostrar la importancia de la ciencia en la sociedad actual o es, por el contrario, fruto de una serie de circunstancias coyunturales?
No creo que esa coincidencia fuera una casualidad, pero tampoco creo que obedeciera a una estrategia deliberada. Desde antes de la crisis ya se percibía la necesidad de difundir ciencia (la FECyT hizo un trabajo importante) y muchos nos dimos cuenta de que lo que no se ve no se conoce, y lo que no se conoce no se aprecia. Y decidimos actuar.
En otro orden de cosas, ¿crees que estas formas de divulgación llegan a quien no está interesado en la ciencia?
Pasa un poco de todo. Me consta que a Naukas Bilbao va mucha gente que no estaba interesada en temas científicos. El formato ha ayudado mucho, y su impacto mediático. Eso ha ocurrido con otros formatos nuevos también.
Por último, tú impartes clases en euskera y usas este idioma para hacer divulgación; por otro lado, también hay un auge de la divulgación en euskera, con una gran participación de investigadores e investigadoras jóvenes. ¿Merece la pena dedicar ese esfuerzo para lograr un alcance tan limitado? ¿Animarías a los divulgadores y divulgadoras vascas a que usen el euskera?
El alcance es mucho mayor de lo que imaginamos. Zientzia Kaiera tiene una audiencia respetable. Y lo importante es que esa vía tiene efectos multiplicativos porque una parte grande de sus usuarios son profesorado de ikastola e instituto que utiliza ese material con sus estudiantes.
Además, estamos obligados. No podemos dejar a los vascohablantes sin oferta en euskera. Somos muy pocos los agentes que nos dedicamos a ello en el Mundo.

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