Publicado en Ciencia y artes

Arte, lenguaje y comunicación

Tarea 5.1 Resumen del tema 5.

El arte se puede considerar un lenguaje porque transmite mensajes, aunque es diferente del hablado, ya que usa colores, sonidos, espacios, movimientos, etc., para expresarse en vez de palabras.

El arte como lenguaje.

La interpretación del arte como vehículo de expresión y comunicación está relacionado con la ruptura con las teorías que limitaban qué era arte y qué no, que se dieron a principios del siglo XX, y que supusieron una crisis en las artes tradicionales (pintura, escultura y arquitectura) y la aparición de nuevas como la fotografía y el cine.

En la década de los sesenta se buscó qué distinguía a las artes de otros sistemas de comunicación, siguiendo metodologías usadas en sociología, psicología y en las ciencias, en orden a establecer las leyes o pautas que determinan el comportamiento artístico.

Hoy en día se considera errónea esa identificación arte-lenguaje, ya que, a pesar de que compartan algunos elementos comunes, de las artes surgen elementos que no pueden ser analizados con ese enfoque, especialmente en el arte moderno.

El arte está fuera de los procesos comunicativos porque una obra requiere de una interpretación, especialmente en las actuales. Además, esa interpretación cambia según evoluciona el contexto histórico.

Teatro Arriaga, Bilbao.

La música como sistema de comunicación.

La música es comparable al proceso de comunicación, ya que, aparte del componente estético, tiene la capacidad de generar una reacción específica en el oyente si este es sensible y capaz de interpretar el mensaje.

La música improvisada es una expresión espontánea del ejecutor y las músicas populares derivan de ella. A su vez, estas han servido históricamente de inspiración a los compositores.

La comunicación musical ha servido al ser humano para liberarse de las dificultades del mundo real y desarrollarse como persona. A pesar del paso del tiempo, el compositor puede comunicarse con su público después de su desaparición por medio del intérprete. Cada interpretación es diferente según el contexto, y de ella depende la comunicación que se establezca entre intérprete y público para compartir el mensaje original del compositor.

A pesar de que la diversidad cultural puede modificar la interpretación del significado de cada obra musical, no pierde por ello su carácter universal.

Una de las definiciones de lenguaje es “manera de expresarse”, por lo que se pude considerar a la música como un lenguaje, aunque con un carácter más abstracto que los idiomas.

Museo Guggenheim, Bilbao.

Comunicar el arte

Los museos de arte viven una revolución tecnológica que permite realizar visitas virtuales interactivas y la comunicación puntual entre público e institución, lo que está afectando de lleno al arte. La comunicación del arte, además de la contemplación, requiere contextualización, explicación y difusión del mensaje para la posterior interpretación de cada uno.

En cualquier exhibición de arte el marketing y la comunicación son esenciales para que resulten exitosas. El correspondiente plan de comunicación debe transmitir dos mensajes: el artístico que parte del autor adaptado por el comisario, y el comercial. Debe quedar claro cuál es el valor de lo que estamos ofreciendo, y hacerlo bien es uno de los retos para este siglo.

¿Puede el arte no comunicar nada?

El contexto sociocultural determina si es posible el proceso de comunicación del arte entre el productor y el consumidor. Básicamente se puede dividir el acto de creación en dos partes: la concepción surgida de la imaginación y la materialización. Es en esta última donde se encuentra el mensaje artístico, mientras que el discurso comunicativo abarca a las partes y depende del contexto sociocultural.

En los últimos tiempos, las posiciones interpretativas han evolucionado desde las más elitistas a las más masivas. Según la teoría de la comunicación artística, el receptor debe conocer un mínimo del contenido simbólico de la obra a partir de las pistas que deja el autor, para así “engancharse” y poder interpretarla eficazmente. A partir de ahí, la interpretación de la obra depende de las características personales del receptor.

Resumiendo, el proceso de interpretación es un proceso de traducción determinado por múltiples factores y, por tanto, complejo. De hecho, la información comunicada puede ser diferente según el contexto en el que se produzca el proceso e, incluso, no llegar a producirse.