En el primer ejercicio de esta asignatura ya expliqué cómo influyó en mi infancia y adolescencia la aventura espacial, empezando por la llegada del ser humano a la Luna y siguiendo por el transbordador espacial, que tan popular se hizo durante más de 30 años debido a sus numerosos viajes, pero también, por desgracia, por dos terribles accidentes.

La diferencia de los transbordadores con los vehículos espaciales utilizados hasta entonces era que parte de los componentes del vehículo eran reutilizables. Los transbordadores se lanzaban verticalmente, como los cohetes clásicos, adosados a un enorme tanque de combustible y dos cohetes. Antes de que el transbordador entrara en órbita se desprendían el tanque, que se perdía, y los cohetes, que se recuperaban. De NASA – http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-120/html/sts120-s-028.html, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2986692
Una vez en órbita baja, el transbordador permanecía durante un tiempo dando vueltas a la Tierra, mientras realizaban experimentos en su interior o ponían satélites en órbita. Por ejemplo, el telescopio Hubble fue puesto en órbita de esta forma, y diversas misiones de los transbordadores llevaron a cabo tareas de mantenimiento. Cuando la misión terminaba, el transbordador reentraba en la atmósfera y planeando (de ahí su forma similar a la de un avión) podía aterrizar en bases de Estados Unidos.

El Challenger fue el segundo transbordador en entrar en servicio, con su primera misión en 1983. El 28 de enero de 1986, cuando despegaba para realizar su décima misión, una junta de uno de los cohetes falló y quemó el tanque de combustible, explotando y formando una enorme bola de fuego.
By Kennedy Space Center – http://grin.hq.nasa.gov/ABSTRACTS/GPN-2004-00012.html, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=530754
Son muchos los videos en youtube que explican lo que pasó. Lo más sorprendente es que el transbordador resistió la explosión y solo se destruyó al estrellarse contra el océano tras una caída de más de 15.000 metros. Queda la terrible duda de si en ese momento los astronautas seguían vivos.

El Columbia fue el primer vehículo de estas características, llevando a cabo su primera misión el 12 de abril de 1981. En 2003, cuando finalizaba su 28ª misión, de carácter científico y de 16 días de duración, se desintegró al reentrar en la atmósfera. En el despegue se había desprendido una pieza de espuma aislante del tanque de combustible externo que impactó cerca del tren de aterrizaje, provocando el desprendimiento de varias losetas de aislamiento. Como consecuencia de las enormes temperaturas generadas en la reentrada, el ala izquierda se fundió y el transbordador se desestabilizó, girando sobre sí mismo hasta desintegrarse.
Este video de la BBC reconstruye el accidente. Se recogen las últimas imágenes de la tripulación con vida, la última conversación con el control de la misión en Houston, la reacción de estos cuando pierden la comunicación con el Columbia, y las imágenes de los restos del transbordador tras su desintegración.
Quizás estos han sido algunos de mis momentos más espæciales, ya que sirvieron para hacerme volver a la vida real y darme cuenta de que lo que parecía un camino lógico hacia el espacio, tal y como aparecía en las películas de ciencia ficción, iba a ser mucho más duro e iba a ir mucho más despacio de lo me había imaginado.
Sin embargo, quiero quedarme con otro momento espæcial, mucho más positivo: cuando a principios de los años 80 emitían la serie COSMOS, y Carl Sagan nos contaba cómo era el Sistema Solar que las sondas Voyager y Viking iban descubriendo, y cómo sus reflexiones me ayudaban a entender las dimensiones del Universo y el lugar del ser humano en él.

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