Tarea 2.2 Escribir una entrada resumen, esquema, mapa conceptual, diagrama, etc. sobre los contenidos del tema 2 en el blog personal.
Me ha parecido que la mejor forma de resumir un tema de esta asignatura es con ejemplos prácticos, así que me ha parecido oportuno elegir la Danza de la pipa de la paz, de la ópera-ballet Les Indes galantes, de Jean-Philippe Rameau. Esta ópera se estrenó en 1765 con un prólogo y dos actos y, posteriormente, se le añadieron otros dos más. Precisamente al cuarto y último, Les Sauvages, pertenece esta danza. La historia se sitúa en Norteamérica, donde los guerreros nativos han sido derrotados por los conquistadores europeos. Un oficial francés y otro español se disputan la mano de una nativa, que termina eligiendo a un guerrero de su misma tribu. Finalmente, los dos oficiales se consuelan mutuamente en la fiesta de celebración de la paz.
Puesto que representa, aunque de forma algo cómica, una danza tribal, podemos usarla de ejemplo para ilustrar lo que podían ser las danzas de nuestros antepasados del Paleolítico. Los bailarines disfrazados de bisontes podían estar pidiendo a los dioses que les ayudasen en la caza o agradeciendo haber tenido suerte en ella. En este tipo de danzas destacaría el ritmo, el elemento más primario de la música y, probablemente, estaría acompañado de melodías que imitasen los elementos naturales, en este caso, los mugidos de los bisontes y el sonido cuando corren por la pradera.
La danza empieza con la entrada de los bailarines disfrazados de bisontes al ritmo que marca el tambor de un guerrero. La melodía empieza suavemente y, a medida que se repite, va ganando fuerza. De repente, el tambor baja su volumen y el ritmo lo marcan los bailarines, mientras el tema melódico es interpretado solo por los violines usando escalas más agudas; a continuación, se repite de nuevo el tema melódico con toda la orquesta. Aquí el ritmo de cada compás lo marcan el tambor y el sonido hecho por los bailarines, pero también hay un ritmo de repetición de la melodía, en la que se alternan la fuerza cuando suena toda la orquesta y la delicadeza cuando suenan solo los violines.
A continuación, disminuye el volumen de la orquesta y, por los lados del escenario entran los cantantes que representan a la nativa y al guerrero que ha elegido frente a los oficiales europeos (que están al fondo del escenario). Sus voces ahora son las protagonistas repitiendo el mismo tema melódico, lógicamente en escalas diferentes; cuando ellos callan es el coro el que repite la melodía. Esto se repite varias veces hasta el final.
La alternancia de la orquesta completa con los violines, primero, y de los cantantes con el coro, después, con los cambios de intensidad que ello conlleva, el contraste de las voces aguda y grave de los cantantes, y, finalmente, la coreografía, componen un conjunto perfectamente armónico y lleno de expresividad.
Podemos notar la diferencia comparándola con una versión de concierto, es decir, en la que no se representa la parte teatral. El ritmo es bastante más rápido, no lo marca la percusión, y las diferencias de intensidad no son tan marcadas.
No sé si será sensación mía, pero creo que pierde gran parte de la expresividad y resulta más fría, aunque la interpretación sea técnicamente muy buena.