Creo que la educación formal, la informal y la divulgación científica son complementarias, y resulta indispensable tener las tres en cuenta en la formación de los adolescentes, de cara a que puedan desenvolverse adecuadamente en una sociedad como la actual, que cambia rápidamente de un día para otro.
Como dice Neil de Grasse, la educación formal no solo debe suministrar información a los adolescentes, sino también las herramientas para saber procesarla y las competencias para para que puedan seguir aprendiendo a lo largo de su vida. Para mí es la más importante de las tres, porque es la base sobre la que se deben apoyar las otras dos: si la educación formal no alcanza unos mínimos, será imposible aprovechar de forma adecuada el conocimiento suministrado por la educación informal y por la divulgación científica. Y, según mi experiencia, de las tres, es la que más problemas está teniendo para adaptarse a los cambios sociales que influyen en la escuela y para encontrar métodos educativos cuya eficiencia esté realmente contrastada. Como consecuencia de ello, los profesionales de la educación viven en un ambiente, cuando menos, confuso.
Las nuevas tecnologías permiten complementar la educación tradicional con cantidades ingentes de información fácilmente accesible. Pero, como dice Jimmy Wales, no nos sirve de nada si no tenemos espíritu crítico para saber si lo que estamos leyendo o escuchando son hechos comprobados u opiniones; o si no tenemos una base mínima de conocimientos que nos permita contextualizar e interpretar adecuadamente los nuevos datos. Estas son competencias que deben desarrollarse dentro de la educación formal.
Por último, creo que resulta obvia la importancia de la divulgación científica en la sociedad actual: el desarrollo científico-tecnológico acelerado ha hecho que importantes aspectos de la sociedad hayan sufrido una profunda transformación en los últimos veinte años. Y como ha pasado desde la Revolución Industrial, los avances en la ciencia y la tecnología, en general, hacen más fácil la vida, pero suelen ir acompañados de efectos colaterales adversos.
En mi opinión, para poder entender lo que sucede en la sociedad actual es necesario tener una mínima base de conocimientos científicos adquirida en la educación formal, y que se pueda mantener actualizada mediante la divulgación científica y la educación informal a lo largo de la vida.