Publicado en Ciencia y género

Rosalind Franklin, del olvido a la admiración

«La ciencia y la vida diaria no pueden y no deberían estar separadas. La ciencia, para mí, otorga una explicación parcial de la vida… No acepto tu definición de fe, es decir, en la vida después de la muerte…. Tu fe se basa en tu futuro y el de otros como individuos; la mía, en el futuro y en el destino de nuestros sucesores. Me parece que la tuya es más egoísta…​ Refiriéndome a la pregunta de un Creador. ¿Creador de qué?… No veo razón para creer que el creador del protoplasma o de la materia primigenia tenga alguna razón para sentir interés por nuestra insignificante raza en un pequeño rincón del universo.»